sábado, 28 de noviembre de 2009

EL PUEBLO DE MONESTERIO

Está situado junto a la Sierra de Tentudía, dominando el Puerto de las Marismas. Se enclava en las estribaciones de Sierra Morena que establecen la división entre Extremadura y Andalucía, dominando el Puerto de las Marismas, puerta de entrada desde Sevilla y paso natural de la Vía de la Plata. Pertenece a la comarca de Tentudía y al Partido judicial de Zafra.
En este punto, donde culminan las llamadas Cuestas de Culebrín, se cobró derecho de portazgo hasta mediados del siglo XIX. Durante varios siglos fue una Encomienda de la Orden de Santiago.


Costumbres:
-->
Los melejicones: el melejicón es un personaje fantasmagórico, que aprovecha la nocturnidad para manifestarse a las personas. La aparición de este personaje varias noches presagiaba o anunciaba que iba a producirse un robo. El mecanismo consistía en el amedrentamiento de la población con las apariciones del melejicón y el temor a salir a la calle una vez que el sol se ponía. Este clima de temor y sobrecogimiento era aprovechado por el caco para efectuar el robo. Esta figura se prodigó en épocas de estrechez económica. -->
Historia:
-->
Monesterio cuenta en sus alrededores con significativos vestigios de la cultura megalítica, tales como dólmenes y restos de antiguos asentamientos. Posteriormente, el núcleo monesteriense debió formar parte de lo que hoy se denomina la Betunia Céltica, un amplio territorio al sur de Badajoz. Con antecedente en el enclave romano de Curiga constituye, pues, la puerta de entrada en Extremadura por el sur desde las épocas más remotas. El origen de la población actual se encuentra en una fundación templaria, o más probablemente en la establecida en el siglo XIII por el Maestre santiaguista Pelay Pérez Correa en sus campañas para la ocupación del territorio a los árabes, en las que se encuadra el episodio de Tentudía. Tras ello el lugar quedó incluido en la Orden de Santiago con rango de Encomienda, hasta que el siglo XVI fue enajenada por Felipe II como Villa de Señorío. Su ventajosa situación a mitad de camino entre Sevilla, Badajoz y Mérida, impulsó de manera extraordinaria el ejercicio de la arriaría por parte de sus habitantes, siendo esta actividad sobresaliente en la economía local, además de la agricultura y la ganadería. El paso de los siglos ha ido transformando la arquitectura y el urbanismo de la villa; en la que quedan magníficos ejemplos de arquitectura popular. -->



Se encuentran en sus alrededores significativos vestigios de la cultura megalítica, tales como dólmenes y restos de antiguos asentamientos. Posteriormente, el núcleo monesteriense debió formar parte de lo que hoy se denomina la Betunia Céltica, un amplio territorio al sur de Badajoz. Se enclava en las fragosidades de Sierra Morena que establecen la división entre Extremadura y Andalucía, dominando el Puerto de las Marismas, punto crítico de las comunicaciones entre el norte y el sur de la Península por el que se canaliza uno de los más importantes itinerarios históricos de la antigüedad: la Vía de la Plata, y en el que todavía el siglo pasado se cobraba derecho de portazgo.
Con antecedente en el enclave romano de Curiga constituye, pues, la puerta de entrada en Extremadura por el sur desde las épocas más remotas. El origen de la población actual se encuentra en una fundación templaria, o más probablemente en la establecida en el siglo XIII por el Maestre santiaguista Pelay Pérez Correa en sus campañas para la ocupación del territorio a los árabes, en las que se encuadra el episodio de Tentudía. Tras ello el lugar quedó incluido en la Orden de Santiago con rango de Encomienda, hasta que el siglo XVI fue enajenada por Felipe II como Villa de Señorío.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad, entonces conocida como Monasterio, se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en el Partido judicial de Fuente de Cantos.En el censo de 1842 contaba con 620 hogares y 2410 vecinos.
Su ventajosa situación a mitad de camino entre Sevilla, Badajoz y Mérida, impulsó de manera extraordinaria el ejercicio de la arriería por parte de sus habitantes, siendo esta actividad sobresaliente en la economía local, además de la agricultura y la ganadería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario