jueves, 18 de junio de 2009

BERTRAND RUSSELL


Bertrand Arthur William Russell, 3er Conde de Russell, OM, MRS, (18 de mayo de 1872 - 2 de febrero de 1970) fue un filósofo, matemático y escritor británico. Pacifista y prominente racionalista.

Introducción a su vida y contribuciones
Bertrand Russell fue hijo de John Russell, Vizconde de Amberley y de Katherine Louisa Stanley (1844 - 1874), esta fue la hija de Edward Stanley, 2º Baron Stanley de Alderley, y fue hermana de Rosalind Howard, condesa de Carlisle.
Escribió sobre una amplia gama de temas, desde los fundamentos de las matemáticas y la teoría de la relatividad al matrimonio, los derechos de las mujeres y el pacifismo. La vida de Russell fue apasionada, intensa y larga. Se fraguó un nombre tanto en los círculos de especialistas como entre las multitudes que o lo seguían con fervor o lo odiaban con intensidad.
En matemáticas su gran contribución es la indudablemente importante Principia Mathematica con Alfred North Whitehead, libro en tres volúmenes en donde a partir de ciertas nociones básicas de la lógica y la teoría de conjuntos se pretendía deducir la totalidad de las matemáticas. Kurt Gödel echó abajo la pretendida demostración, mostrando así el poder de los lenguajes formales, la posibilidad de modelar las matemáticas y la fertilidad de la lógica. Un libro profundamente influyente e importante que contribuyó al desarrollo de la lógica, la teoría de conjuntos, la inteligencia artificial y la computación así como la formación de pensadores de la talla de David Hilbert, Ludwig Wittgenstein, Alan Turing, Willard Van Orman Quine y Kurt Gödel. En filosofía contribuyó prácticamente en todas las áreas, desde la misma metodología abogando siempre por el análisis y alertando a los filósofos de las trampas del lenguaje, sentando así el método y las motivaciones de la filosofía analítica. Sus contribuciones de contenido incluyen su innegable artículo maestro Sobre el Denotar y una serie de libros y artículos en problemas desde la filosofía de las matemáticas, la metafísica, la epistemología, la inferencia científica y la ética a una serie de enfoques interesantes y fértiles al problema mente-cuerpo, enfoques discutidos hoy en día por variedad de filósofos importantes como David Chalmers, Michael Lockwood, Thomas Nagel, Grover Maxwell, Mario Bunge, etc.
Russell fue un conocido pacifista durante la Primera Guerra Mundial, aunque se manifestó a favor de tomar acciones bélicas durante la Segunda Guerra Mundial, alegando que un mundo en donde el fascismo fuera la ideología reinante sería un mundo en donde lo mejor de la civilización habría muerto y no valdría la pena vivir. Estuvo en prisión dos veces, la primera conectada con sus actividades pacifistas durante la gran guerra y la segunda por participar en una manifestación contra la proliferación de armas nucleares. Contrajo matrimonio cuatro veces. La última vez, con Edith Finch, pudo alcanzar la paz y entendimiento que siempre buscó. Tuvo tres hijos, John, Kate y Conrad. Conrad se convirtió en un importante político del Partido Liberal Demócrata en Inglaterra y en un historiador erudito, murió recientemente quinto conde de Russell.

Bertrand Russell
Russell fue también además de activista y pensador de primera línea un soberbio polemicista que se convirtió en el ícono del racionalismo para toda una generación. Polemizó sobre el control de natalidad, los derechos de las mujeres, la inmoralidad de las armas nucleares, y sobre las deficiencias en los argumentos y razones esgrimidos a favor de la existencia de Dios. Siempre en sus escritos hizo gala no sólo de un magnífico estilo literario sino también de un excelente sentido del humor y una habilidad para sorprender y provocar con la ironía, el sarcasmo y la metáfora. Sin duda alguna Lord Russell fue uno de los pensadores más interesantes, profundos, mordaces y activos del siglo XX y dejó un enorme legado de escritos de los cuales podemos extraer importantes lecciones.
En 1962, a los 90 años, medió en la crisis de los misiles de Cuba para evitar que se desatara un ataque militar, escribiendo cartas tanto a Jrushchov como al presidente Kennedy y siendo intermediario en sus respuestas mutuas. Organizó con Albert Einstein un manifiesto que dio vida a las Conferencias de Pugwash, ante la amenaza de una guerra nuclear y pasó los últimos quince años de su vida haciendo campaña en contra de la fabricación de armas nucleares. En esto seguía el consejo que había dado a un entrevistador, diciéndole que el deber del filósofo en esos tiempos era evitar a toda costa un nuevo holocausto, la destrucción de la humanidad. Murió pacíficamente a los 98 años, en compañía de su última esposa, Edith Finch. Alejandro Tomasini Bassols, investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM nos dice de él: "El filósofo en cuestión es el hombre con el que, de hecho, se inicia el desarrollo moderno de la lógica, esto es, de la ciencia tradicionalmente vista como el prototipo de lo 'a priori' y considerada por muchos (como por ejemplo Kant) como acabada en la forma que hace 2.000 años le dio Aristóteles, un pensador que revolucionó la metafísica y la teoría del conocimiento, un conocedor profundo de la ciencia de su tiempo y él mismo un matemático, un moralista importante y un gran humanista... De ahí que ocuparse de su pensamiento constituya una experiencia filosófica de valor incalculable."

Hasta la Gran Guerra
Posiblemente el filósofo más influyente del siglo XX, al menos en los países de habla inglesa, considerado junto con Gottlob Frege como uno de los fundadores de la Filosofía analítica. Es también considerado uno de los dos lógicos más importantes del siglo XX, siendo el otro Kurt Gödel. Russell fue heredero de una distinguida tradición de liberalismo, nieto de Lord John Russell, primer Conde de Russell, quien sirvió dos términos como Primer Ministro a la Reina Victoria y ahijado de John Stuart Mill, quien, aunque jamás conoció a Russell ejerció una profunda influencia en su pensamiento político a través de sus escritos. Russell quedó huérfano a la edad de 6 años luego de que primero murieran su hermana y su madre de difteria y seguidamente su padre, Amberley, quién no pudo recuperarse de la pérdida de su esposa e hija y finalmente se dejó morir en 1878. Russell y su hermano Frank se mudaron a Pembroke Lodge, una residencia oficialmente de la Corona pero en donde por favor Real vivían su abuelo Lord John y su abuela Lady Russell, quien sería la responsable de educarlo.
La infancia de Russell transcurrió en Pembroke Lodge de una manera solitaria, solía pasar mucho tiempo en la biblioteca de su abuelo en donde precozmente demostró un gran amor por la Literatura y la Historia. Los jardines de Pembroke Lodge eran el lugar predilecto del pequeño Russell, muchos de los momentos más felices de su infancia los pasó allí, meditando en soledad. El hermano de Russell, Frank, mostró siempre una abierta rebeldía al ambiente tímido y conservador de Pembroke Lodge, mientras que Russell, si bien jamás se sintió del todo contento en la casa de sus abuelos, se rebelaba de una manera más intelectual, escondiendo sus pensamientos de todos y llevando una existencia solitaria, preguntándose si algún día sería capaz de expresarse francamente con otro ser humano. A la edad de once años Russell comenzó el estudio de la geometría euclidiana, pareciéndole tan maravilloso todo el asunto como el primer amor. El poder demostrar una proposición le produjo a Russell una inmensa satisfacción, que sin embargo se vio frustrada cuando su hermano le dijo que tendría que aceptar ciertos axiomas sin cuestionarlos, o de otra forma no podrían seguir. Al percatarse de su facilidad para aprender geometría, Russell consideró por primera vez que quizá poseía alguna inteligencia. Desde ese momento hasta la terminación de Principia Mathematica las matemáticas serían su principal fuente de felicidad.
Russell leyó y meditó mucho durante su adolescencia, en ausencia de otros jóvenes con quienes pudiera compartir sus intereses, con algunas notables excepciones como Fitzgerald. Durante este periodo Russell leyó vorazmente, en italiano a Dante y Maquiavelo, leyó a Comte, quien no lo impresionó, leyó de su padrino Mill la "Economía Política" y la "Lógica", de los cuales hizo amplios apuntes. Russell leyó también al célebre historiador Edward Gibbon y los " Viajes de Gulliver" de Jonathan Swift que dejarían un recuerdo indeleble en su mente, cuando desde entonces en adelante contemplara a los hombres y sus necedades como los Yahoos, aquellos animales bestiales en los cuentos de Swift. Leyó también mucha poesía, por supuesto John Milton y William Shakespeare entre otros, pero su poeta favorito era Percy Bysshe Shelley, cuyo poema Alastor; o El Espíritu de la Soledad había impresionado profundamente a Russell y el cual, pese a ser bastante extenso, se sabía de memoria. También en esta época Russell escribió en sus cuadernos los que después serían conocidos como "Ejercicios de Griego", una serie de notas, escritas en inglés pero utilizando el alfabeto griego, en donde Russell debatía varias problemáticas filosóficas que habían venido atormentándolo, especialmente el problema del libre albedrío contra el determinismo. Siendo Russell en esta época un joven profundamente religioso y además con un excelente entrenamiento en matemáticas y física, era consciente del problema que surgía cuando consideramos que todos los cuerpos físicos del universo se comportan de acuerdo a ciertas regularidades, cosa que en física nos permite predecir su comportamiento. De este hecho se deduce que ya que los cuerpos humanos son otros objetos físicos más en el universo, entonces éstos y sus comportamientos también están determinados y podrían ser deducidos por un ser o máquina con poderes de razonamiento superior. Pero si esto es así, pensaba Russell, entonces el hombre no tiene libre albedrío. Estas conclusiones le parecían alarmantes al darse cuenta que chocaban con algunas de sus convicciones religiosas. Gradualmente Russell abandonó la creencia en Dios a medida que su intelecto filosófico se tornó más y más racionalista. Lo sorprendente de estos ejercicios sin embargo, es su sofisticación para haber sido escritos por un adolescente, sin prácticamente previo contacto con la filosofía fuera de Mill.
Russell terminó por ingresar al Trinity College de Cambridge para estudiar matemáticas. Su examinador fue Alfred North Whitehead, con quien después colaboraría en Principia Mathematica. Whitehead quedó tan impresionado por el joven Russell que lo recomendó a la sociedad de discusión intelectual de Cambridge, Los Apóstoles, un grupo de jóvenes brillantes que se reunían para discutir cualquier tema, sin tabúes en un ambiente intelectualmente estimulante y honesto. Otros distinguidos miembros de esta sociedad fueron John Maynard Keynes, y John McTaggart Ellis McTaggart tan sólo por mencionar algunos. Fue así como Russell finalmente, después de muchos años de soledad pudo expresar sus opiniones e ideas a una serie de jóvenes inteligentes que no lo miraban con sospecha. Russell continuó sus estudios en matemáticas en Cambridge, aunque algo decepcionado por la manera en que en esos tiempos se enseñaba esta ciencia. Esto se debe principalmente a que las matemáticas, en esa época, se enseñaban mediante la constante resolución de ejercicios mecánicamente, sin ir muy a fondo en la parte puramente formal de la disciplina.
En este sentido Cambridge se encontraba un poco atrasada respecto, por ejemplo, a las universidades alemanas en donde distinguidos matemáticos como Weierstrass, Richard Dedekind y Georg Cantor habían estado trabajando para introducir mucho más rigor en las matemáticas tratando de entender y delimitar ciertos conceptos como: infinitesimal o infinito. El hecho de tener que aprender su amada ciencia como una serie de trucos decepcionó profundamente a Russell quien buscó estimulación intelectual en la filosofía. Por esta época leyó a Platón, a Baruch Spinoza, a David Hume y a F.H. Bradley por mencionar algunos. Russell concluyó sus estudios en matemáticas obteniendo un examen meritorio que lo colocó como séptimo "wrangler", una marca distintiva que era reconocida en el marco académico donde se movía. Durante su cuarto año en Cambridge, Russell estudió ciencias morales, que era el nombre por el cual se conocía a la filosofía. Para entonces Russell ya se había hecho amigo de George Edward Moore, un joven estudiante de clásicos a quien Russell había persuadido de cambiarse a filosofía. También Russell para entonces había caído bajo la influencia filosófica de McTaggart, uno de los prometedores filósofos idealistas del momento. Es en este contexto en donde tuvo lugar la famosa revuelta de Russell y Moore contra el idealismo .
En el aspecto personal, Russell para ese entonces había conocido y se había enamorado de la hermosa Alys Pearsall Smith, mujer que, a pesar de ser varios años mayor que él lo había cautivado profundamente, tanto por su belleza victoriana como por sus convicciones, ideas y formas de ver el mundo. Alys era una joven profundamente culta e interesada en participar activamente a favor de varias causas. Russell desde un principio trató de impresionarla y resolvió persuadirla primero que el matrimonio era algo deseable, segundo que el matrimonio entre dos personas inteligentes y dedicadas a causas justas era aún más deseable y como conclusión de ese argumento, que ya que ambos eran de ese tipo de personas debían casarse. Y sorprendentemente, el acercamiento filosófico de Russell al romance habría de tener éxito. Russell comenzó su asalto discutiendo con ella estos asuntos, aunque por supuesto acompañados por un chaperón. Y permanecería insistente mediante cartas. Para cuando Russell se graduó con honores de matemáticas Alys y él ya tenían un tono más amistoso en sus escritos y ella lo felicitó efusivamente diciéndole que posiblemente tenía que ser ése el día más feliz de su vida. Russell recuerda haber pensado que, por el contrario, sólo estar con Alys podría haberlo hecho feliz. Finalmente, la relación de Russell y Alys dio un giro más íntimo y pronto estaban comprometidos, pese a la oposición de la familia de Russell y a pesar de haber pasado un año separados, puesto que Russell había aceptado una pasantía en París. Después de la boda Russell y Alys viajaron a Alemania donde Russell estudiaría economía y ambos entablarían contacto con algunos de los socialistas del momento.
La estancia de Russell en Alemania sirvió para dos propósitos, primero le dio suficiente conocimiento del país, de su economía y sus disputas políticas para escribir un libro La Socialdemocracia Alemana, y segundo le permitió conocer los trabajos de sus matemáticos. Sin duda alguna Alemania era el país que, en esa época, poseía los más distinguidos matemáticos del mundo, muchos de ellos trabajando para dar más rigor a su ciencia. Karl Weierstrass, Richard Dedekind y Georg Cantor eran tres de los más eminentes y Russell los estudió concienzudamente durante su estancia en Alemania. Es admirable en este caso que haya podido escribir un libro dedicado a cuestiones políticas y económicas, en donde hacía varias predicciones que darían en el blanco y además esgrimía una serie de potentes argumentos contra la teoría económica de Marx (como su crítica a la teoría de la plusvalía) y mientras hacía todo esto su corazón y su mente estaban realmente en las matemáticas. Eso muestra el calibre del pensamiento de Russell.
La filosofía en boga en Inglaterra era entonces el Idealismo, filosofía de la cual Russell era un practicante; habiendo sido previamente convencido por McTaggart del poder intelectual del idealismo, Russell se convirtió en un pupilo de Hegel y Kant, escogiendo siempre a Hegel cuando surgía alguna disputa entre los dos. Las ideas de Hegel fueron transmitidas a Russell a través de su estudio de pensadores como T.H. Green y F.H. Bradley, el trabajo de Bradley era especialmente sofisticado, y en textos como Appearance and Reality Bradley ofrecía una serie de argumentos que pretendían establecer la irrealidad de muchas cosas que aceptamos de buena gana como las relaciones, y al mostrar la irrealidad de las relaciones se seguía la irrealidad de cualquier cosa constituida por relaciones: espacio, tiempo, la pluralidad de objetos y se seguía también que últimadamente existía una sola cosa: el Absoluto. Pero si esto era así, entonces al interior de las matemáticas tenían que surgir una serie de contradicciones, las mismas que no podían ser resueltas en las propias matemáticas y que tenían que ver con temas fundamentales como: la continuidad, el infinito, los infinitesimales, la validez de la inducción matemática, etc. Russell nunca estuvo satisfecho con esto, pero debido a su adherencia al idealismo (de manifiesto en su excelente ensayo para obtener su Fellowship Ensayo Sobre los Fundamentos de la Geometría) no podía ver camino para resolver esas dificultades. Un camino le fue revelado, sin embargo, en su estudio de los matemáticos alemanes. Cantor con su teoría de conjuntos pretendía resolver el problema del infinito y Dedekind con su uso de los límites y "cortes" el de los infinitesimales.
No pasaría mucho tiempo para que Russell junto con Moore comenzaran su revuelta contra el idealismo. A su regreso a Inglaterra Russell y Moore se reunirían ocasionalmente para discutir estos temas, y de estas discusiones emergió un texto importante Sobre la Naturaleza del Juicio en donde Moore finalmente rompía con el idealismo, y proponía en su lugar un realismo a ultranza que se comprometía con la existencia de entidades abstractas como los conceptos y las proposiciones. Russell después manifestó que esta ruptura con el idealismo le permitió creer por un tiempo en la existencia de una multiplicidad de cosas y eso constituyó para él una gran liberación. Con el idealismo a un lado Russell comenzó a concebir un plan para seguir con el movimiento de dar más rigor a las matemáticas. Empezó así su investigación sobre los fundamentos de las mismas, investigación que, pese a producir una serie de trabajos importantes e interesantes, no llegó a culminar en ningún lado, esto es, hasta el Congreso de Filosofía de París en 1900

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