martes, 2 de febrero de 2010

Canarias trata de recuperarse tras una noche de pesadilla por las lluvias


Tenerife, la isla más afectada por la tromba de agua que el lunes descargó en Canarias, amaneció cubierta de barro, con cientos de casas, garajes y tiendas anegadas por el lodo, vecinos incomunicados y carreteras cortadas.
El presidente del Gobierno, Paulino Rivero, manifestó que aunque la situación tiende a normalizarse, "no se puede bajar la guardia" y hasta esta tarde no se sabrá si se reduce el nivel de emergencias decretado el lunes.
Hasta entonces el Gobierno de Canarias mantiene el nivel dos de alerta por las lluvias, que según el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, alcanzaron hasta 260 litros por metro cuadrado en algunos puntos de la isla.
Estas fuertes precipitaciones se produjeron, según explicó el consejero de Presidencia del Gobierno de Canarias, José Miguel Ruano, debido a la combinación de fenómenos meteorológicos lo que produjo que la borrasca tuviera una naturaleza "semitropical".
Ruano junto con el presidente del Cabildo informaron en rueda de prensa que durante la noche no se han producido incidencias graves, salvo en el suministro eléctrico, con 10.100 clientes sin luz, y por los efectos ocasionados por el fuerte oleaje en las costas del Archipiélago.
Unos 160 vecinos del barranco de Tahodio, en Santa Cruz de Tenerife, están incomunicados en sus casas por las fuertes lluvias, informó el Centro de Coordinación Operativo de Emergencias Municipales cuyos operarios trabajan para resolver la situación.
Más de 25.000 usuarios quedaron el lunes sin suministro eléctrico y durante el día lo han recuperado más de la mitad y para solventar la situación, que ha perjudicado a clientes situados en su gran mayoría en Tenerife pero también en alguna zona de La Gomera y en Gran Canaria.
La compañía eléctrica Unelco-Endesa ha movilizado a más de 200 operarios que trabajan desde anoche en el restablecimiento del suministro, según se señala en un comunicado emitido por la empresa.
El Cabildo de Tenerife informó que hasta el momento se encuentran cortadas al tráfico 12 carreteras en la isla, aunque ya se ha podido abrir la carretera de Abades a la TF 632, mientras que la carretera GC-210, que une los municipios grancanarios de Artenara y La Aldea, sigue cortada al tráfico desde ayer por la tarde a causa de los desprendimientos.
El Cabildo tinerfeño, a través del gabinete de crisis constituido a mediodía del lunes ha movilizado a medio millar de profesionales pertenecientes al Consorcio de Bomberos, Brigadas Forestales (Brifor), personal de Conservación de Carreteras y miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
El Consorcio de Bomberos ha movilizado todas las dotaciones disponibles en los Parques de Santa Cruz, La Laguna, Tegueste, Güímar, La Orotava y ha atendido más de doscientas emergencias en la zona metropolitana.
La iglesia de la Concepción, la más antigua de Tenerife, fundada en 1499, permanece inundada y cubierta de lodo, aunque lo peor, según relató a EFE su párroco, Mauricio González, es que están en peligro ornamentos del siglo XVIII.
Las fuertes lluvias que el lunes cayeron sobre Tenerife inundaron la iglesia hasta medio metro de altura; "los bancos flotaban, al igual que todos los muebles de la iglesia y poco a poco comenzaron a entrar ramas, hojas y troncos de árboles", explicó el párroco.
La alerta naranja declarada en las islas por lluvias se levantará a mediodía de hoy en La Palma y El Hierro, donde pasará a amarilla, informaron fuentes del Centro Meteorológico de Las Palmas, que han indicado que se trata de una borrasca atlántica normal que se desplazará hacia el Golfo de Cádiz esta tarde

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