viernes, 19 de marzo de 2010

HISTORIA DE LA FUENTE SANTA

La Fuente Santa fue un manantial de aguas termales que surgía en marea baja, al pie de un abrupto acantilado y en la parte sur de la isla de La Palma. Desde 1493, año en que don Alonso Fernández de Lugo conquista la isla para la Corona de Castilla, hasta 1677, fecha de la erupción del volcán de San Antonio, la Fuente Santa atrajo a multitud de enfermos que acudían a curarse esperanzados por la fama que habían adquirido sus aguas. Desde toda Europa e incluso desde América, venían los enfermos a librarse de las distintas enfermedades que padecían. Pero también tenía fama de sanar cualquier enfermedad de la piel, de los huesos, del estómago e incluso el reuma y la sarna.

La terapia consistía en un primer baño en una pileta llamada de San Blas, donde el agua de la Fuente estaba ligeramente enfriada porque se mezclaba con el agua del mar. Otro baño posterior en la pileta de San Lorenzo que se caracterizaba por las altas temperaturas del agua. Y, por último, otro más suave y placentero que consistía en baños de lodo donde surgía directamente La Fuente Santa.

Durante dos siglos, la Isla de la Palma se convirtió en la isla del Archipiélago con mayor tráfico de viajeros y la de mayor renta. Tal era la riqueza que aportaban los visitantes que se cosntruyó el Pago de las Indias, llamado de esta forma por el dinero que se movía con las limosnas y el hospedaje de los enfermos.

Pero cuando las curaciones eran mayores, la incredulidad se transformaba en santidad y la fama de los milagros de esta Fuente inundaba la isla, bruscamente todo se acabó. En noviembre de 1677 comenzó la erupción del Volcán de San Antonio. Tras varios días de explosiones y ríos de lava, el volcán sepultó el bien más preciado de la isla: la Fuente Santa. En un mes, riqueza, santidad y salud habían sucumbido bajo la ira del volcán.

En todos estos años, muchos han sido los intentos por recuperar la Fuente Santa, algunos fueron incluso sepultados por la erupción del Teneguía. Pero los habitantes de Fuencaliente seguían empeñados en su recuperación. Y ya, en 1995, el entonces alcalde solicitó ayuda al Servicio Hidráulico de Tenerife para la recuperación de la Fuente Santa.

Tras muchas investigaciones e intentos por parte de personas cualificadas, pasado el verano de 2005, se logró encontrar el elevado risco de color plomizo(según la historia) a cuyo pie nacía la Fuente Santa cuya agua mana a 45º de temperatura.

En la actualidad se siguen con las obras para adecuar el lugar y darle el lugar que siempre tuvo en nuestra historia palmera.

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